Un equipo de Vilanova i la Geltrú nunca consigue ganar
Un vídeo recuerda la historia de un conjunto de fútbol benjamín que solo ha marcado un gol en toda la temporada
Los grandes equipos que acumulan títulos se nutren de jugadores que un día empezaron sin marcar, sin llegar ni a portería y jugando en campos de tierra, pero que lo hacen con la misma ilusión o más que los grandes.
Inicio del vídeo 'L'equip més petit'.
A ellos está dedicado L'equip més petit, un corto de nueve minutos de la productora El cangrejo TV que explica la historia del Margatània, un equipo de benjamines formado por alumnos de dos escuelas de Vilanova i la Geltrú que ha acabado la Liga con 271 goles en contra y solo uno a favor.
En toda la termporada no han ni siquiera empatado un encuentro y han perdido los partidos por una horquilla de entre 11 y 27 goles.
"No marcamos, pero nos da igual, porque nos lo pasamos bien", recuerda uno de estos jugadores, de los que algunos están aún cambiando los dientes. "Aunque yo creo que si un día lo hacemos, y además lo marco yo, no sé, creo que me echaría a volar", sueña.
Moral no les falta. "Somos una escuela de guardametas, pero el portero del rival se aburre con nosotros, porque como no llegamos nunca a puerta", afirma uno de los entrenadores, que cifra como éxito un partido en que llegaron dos veces a la portería contraria.
"Es que son muy grandes, y mayores", dice uno de los futbolistas tras la derrota del día --"seguro que perdemos, porque siempre perdemos"-- que, como sus compañeros, eso sí, empieza sus partidos con un "Margatània es el mejor".
Y es que el corto muestra el fútbol no solo como escuela de jugadores, sino también de personas.
Gran documental
ResponderEliminarExcelente trabajo por parte del cuerpo tecnico del equipo de futbol, dando prioridad en todo momento al hecho que los niños y niñas sean felices por delante de los resultados deportivos y el ganar a cualquier precio. Excelente trabajo por parte de los papás y mamás que reman en la misma dirección que los entrenadores en cuanto a la transmisión de valores educativos a traves del deporte como por ejemplo, el respeto, el esfuerzo, el compañerismo y el autocontrol, todos ellos muy necesarios para formar a esos jovenes de hoy que seran los adultos del mañana y entre todos podemos contribuir a la formación integral de los niños y niñas que son el presente y el futuro de nuestra sociedad.
ResponderEliminarSr. Margalef, buena selección desde mi humilde punto de vista.
EliminarSr. Gomez, comparto sus palabras y filosofía en gran medida, pero creo que también debemos ser algo críticos.
Estamos de acuerdo en que no hay nada mejor que ser feliz y que todos perseguimos ese estado de ánimo mediante medios diversos (unos con dinero, otros con tiempo libre, deporte, familía, el trabajo, etc.). Y en ese punto comparto su opinión de "ser felices por delante de los resultados deportivos".
Ahora bien, cuando hablamos de valores considero que entramos en un un campo muy amplio. Con el esfuerzo de padres, madres, club, entrenador y el resto de personal que rodea a dicho equipo se están dando valores como los que menciona usted: respeto, compañerismo, autocontrol, e incluso esfuerzo (pese a perder siempre por goleadas). Está bien eso de estar feliz pese a haber perdido todos los partidos y no anotar ni un gol, pero me surgen algunas dudas:
El día de mañana, cuando tengan que buscar y conseguir un trabajo, seguramente deban saber COMPETIR con otra gente por ese puesto.
- ¿Serán competitivos, almenos en el terreno deportivo, si siempre han sido conformistas con la derrota?
- ¿Tendrán esa capacidad crítica con las acciones (deportivas/laborales/personales) de uno mismo para poder mejorar?
- ¿Tendrán objetivos en la vida? y en caso afirmativo, ¿serán capaces de sacrificarse para conseguir sus objetivos?
Soy de los que piensa que una buena formación y desarrollo de la persona se consigue con experiencias buenas y malas, con el hambre y con la comida, con los momentos de felicidad y con los de angustia...porque sin unos, no sabriamos valorar los otros, y porque el mundo real, a día de hoy, en muchos ámbitos sigue siendo una competición...no es tan fácil como nos pensamos cuando somos niños.
Tres palabras clave para mi: trabajo, esfuerzo y sacrificio. (Con eso la felicidad viene sola...)
Respetando siempre la opinión de los demás.
No se que más añadir a lo que comentan mis compañeros y felicitar a Martí por la selección del vídeo. Tantas veces lo habré vistos y nunca me cansaré de ello. Me parece espectacular el trabajo que hay del cuerpo técnico como el de los padres. Valores como la participación y el apoyo incondicional, no sé como expresarlo. Creo que es ahí donde aparece ese apoyo social, del entorno familiar que necesita el niño/a para desarrollarse como persona. Espero en un futuro poder, si entreno transmitir esos valores; si soy padre poder apoyar así a mis hijos. Me parece que deberían ser un modelo a seguir.
ResponderEliminarGran vídeo Martí!
Me parece un gran acierto que Martí haya colgado esta noticia ya que este vídeo ya lo había visto y me encanta.
ResponderEliminarTengo que decir que estoy de acuerdo con Luis y Jaume aunque no mucho con Nito por las siguientes razones:
En primer lugar, destacar que hay que diferenciar el deporte de base (como es el caso) de las categorías superiores y del deporte profesional. En mi opinión, en los dos últimos está claro que suelen o deben primar la competición y el deseo de ganar, sin embargo, el deporte base debe centrarse en formar a los niños/as y no solo en lo que se refiere a la física, la técnica y la táctica del deporte practicado, sino también su personalidad, su carácter e incluso su forma de pensar. Considero que el deporte es un medio idóneo que contribuye en gran medida a la educación de los niños/as ya que adquieren múltiples valores como el compañerismo, el juego limpio, la tolerancia, el respeto, el compromiso, el esfuerzo etc etc etc y por eso, tanto padres como entrenadores e incluso los jugadores/as de las categorías superiores, deben hacerles ver que lo importante (en esas edades) es aprender, pasarlo bien y sobretodo, “ser persona”.
Lo que le pasa a este equipo también sucede en mi club (fútbol sala) en las categorías de prebenjamín, alevín e infantil. Aunque estas categorías son mixtas, las nuestras están formadas solo por niñas y compiten con equipos en los que son todo niños por lo que casi siempre pierden y por goleadas. A pesar de ello, ellas lo llevan bastante bien y en los entrenamientos intentan esforzarse más para intentar mejorar. Esto se debe a la labor de los padres, de los entrenadores, de los directivos y de nosotras (las mayores) porque siempre las estamos animando y haciéndoles ver que lo importante es pasarlo bien y esforzarse para tratar de mejorar. Además, les decimos que lo mismo nos sucedía a nosotras cuando teníamos su edad y cuando llegas a cadete, las cosas cambian mucho y ya no sólo porque las categorías dejan de ser mixtas, sino porque durante esos años, mejoras como deportista pero sobretodo como persona. Como consecuencia, ellas nos tienen como referencia y no se han puesto como meta “el ganar ahora” sino “el llegar a ser buenas o mejores” en este deporte. Y en mi opinión, esta es la visión y el objetivo que debe tener el deporte de base, y no el querer ganar a como de lugar.
Por último, destacar que en mi opinión, lo ocurre en el deporte de base no tiene porqué ocurrir cuando esos niños/as se integren en el mundo laboral. Sin embargo, lo que si tiene transferencia (tanto al mundo laboral como a cualquier actividad desempeñada) son los valores que esos niños/as hayan adquirido durante su infancia y juventud (etapas de formación).