jueves, 7 de junio de 2012

La actualidad en la educación.

Hola comñeros/as! Os dejo un fragmento de el programa Salvados que trata de "los recortes en educación". No creo que haga mucha falta hacer una pequeña introducción del tema al respecto, pero quería dejaros esta parte para que sepamos qué nos vamos a encontrar en breve.
Un abrazo muy fuerte y que no decaiga el ánimo ni las ganas! Si podéis buscar los otros restantes que creo que valen mucho la pena.

lunes, 4 de junio de 2012

¿Dónde va a terminar esto?

Esta es una imagen que he encontrado en una página de facebook de una amiga que es docente, ¿Qué os sugiere?

domingo, 3 de junio de 2012


La educación en el siglo XXI: 

la ciencia del aprendizaje

Los estudiantes pasarán una parte importante de su tiempo interactuando con aparatos inteligentes que les ayudarán a aprender individualmente, a su ritmo y a su estilo



¿Por qué podemos lanzar móviles mejores cada pocos meses, y coches mejores todos los años, pero no somos capaces de decir que hemos mejorado el sistema educativos incluso a lo largo de varias décadas? La pregunta es pertinente en casi todos los países del mundo.
Creo que hay una respuesta simple a la pregunta: reconocemos que fabricar móviles y coches y edificios requiere establecer una profesión formal relacionada con el cuerpo de conocimiento en cuestión y un ecosistema de competencias sinérgico. Tenemos expertos que entienden la electrónica por detrás de la pantalla del móvil y su diseño; de hecho, todo un ejército de investigadores y tecnólogos trabajan, por ejemplo, en crear módulos inalámbricos más eficientes ¡que sean un 10% más pequeños o livianos que los actuales.
Si hiciéramos lo mismo en educación, tendríamos, en todos los países, muchas entidades investigando sobre cómo aprenden los niños a leer en su idioma materno, cómo se entienden los conceptos científicos, qué impacto tiene el tamaño de la clase en el aprendizaje, y en qué puntos se equivocan los niños cuando aprenden a resolver las ecuaciones lineares. Pues no lo hacemos. Y por eso tenemos teléfonos móviles mejores cada pocos meses mientras que la educación sigue languideciendo, década tras década.
No sólo se puede cambiar esto, sino que es nuestro deber cambiarlo si queremos que nuestros hijos tengan un futuro mejor. Y la respuesta, en mi opinión, no es un planteamiento filosófico, tipo “descentralizar” o “centralizar” o “delegar más en los profesores”, o incluso “más" o “menos” “pruebas”, sino crear y fomentar de forma muy sistemática una “Ciencia del Aprendizaje” que genere un cuerpo de conocimiento.
La verdad es que probablemente nadie en el mundo hoy sepa cómo solucionar nuestros problemas educativos. Admitir esto es un paso importante
La ciencia del aprendizaje
Un mito persistente de la educación es que enseñar a los niños no es física cuántica, que tenemos todas las respuestas y nos falta la voluntad política o que los profesores son ineficientes, o que hay un defecto administrativo por detrás del fracaso de nuestros sistemas educativos. La verdad es que probablemente nadie en el mundo hoy sepa cómo solucionar nuestros problemas educativos. Admitir esto es un paso importante.
Pongamos un ejemplo sencillo: Todos los niños necesitan aprender qué son los números decimales. Por eso tenemos cientos de miles de textos o capítulos sobre el tema de los decimales. Pero al mismo tiempo, todo profesor necesita información sobre cómo enseñar el tema. El o la profesora debería saber a qué dificultades se enfrentan los niños para entender los conceptos en decimales, y qué soluciones y estrategias funcionan para resolver dichas dificultades con distintos tipos de niños. Como es lógico, por tanto, debería haber miles de textos disponibles sobre esos temas. Sin embargo, en cualquier lugar del mundo, a un profesor le costaría encontrar siquiera algún texto o capítulo que leer antes de entrar en la clase de decimales.
Una Ciencia del Aprendizaje sería un campo interdisciplinar, con elementos de la educación, la psicología, las ciencias cognitivas, la informática, la inteligencia artificial y las neurociencias. Concretamente, estudiaría las ideas falsas que tienen los estudiantes respecto a distintos conceptos, y qué estrategias servirían para atajarlas. Intentaría contestar a preguntas relacionadas con dificultades que tienen los estudiantes con la lectura, y qué estrategias son útiles. Se adentraría en la teoría, pero también estaría firmemente afincada en la práctica.
El problema de aprender de memoria, el énfasis en ciertas aptitudes, los títulos, las notas en las vidas de millones de estudiantes son problemas que plagan la educación
Se ha argumentado que la institución social que más se parece a la escuela (con sus uniformes y horarios) es la cárcel. El problema de aprender de memoria, el énfasis en ciertas aptitudes—muchas veces a costa de otras—, el sinsentido de la educación formal, los títulos, las notas en las vidas de millones de estudiantes son problemas que plagan la educación en la mayoría de sociedades. Irónicamente, el objetivo de la educación es despertar pasiones y hacer florecer los talentos de cada cual y ayudar a que cada uno los descubra.
Creo que las evaluaciones de resultados (que muestra qué aprenden los niños y hasta qué saben los profesores) son importantes. Pero la evaluación debe estar bien diseñada, y debe ser de impacto reducido. Una evaluación de impacto reducido implica que las acciones que se emprenden a razón de las mismas deben respaldar y centrarse en la mejoría, no en el castigo. Estas evaluaciones ayudarían a sacar a relucir claramente los retos educativos: un requisito previo a dedicar la energía a solucionarlos.
La necesidad de un nuevo plan de estudios
El mundo ha cambiado, debido a fuerzas como la globalización y la tecnología. La educación del futuro tiene que prepararse para un mundo diferente. Aptitudes como la colaboración y la conciencia de distintas culturas (algo que no se ha recalcado lo suficiente en los planes de estudio actuales) deberían tenerse en cuenta. El aprendizaje personalizado tendrá que dejar de ser un término de moda, y convertirse en algo que permita a cada uno de los estudiantes descubrir y desarrollar su propio talento.
El aprendizaje personalizado significa que no se agrupará ni enseñará a los estudiantes en clases conformadas únicamente por estricto orden de edad, sino que se promoverán y desarrollarán los intereses individuales. Un plan de estudios elemental, troncal, consistiría en ciertas cosas que conocemos bien: lenguaje, matemáticas y ciencias, y también ciertos aspectos olvidados en las aulas tradicionales, como la creatividad y las artes, y otros aspectos nuevos (como el pensamiento emprendedor) que también deberían ser parte del plan de estudios troncal.
Una vez un estudiante completa las clases obligatorias, podría adentrarse en las materias de su elección. Un estudiante podría profundizar más en fracciones, otro en las pirámides de Egipto, y un tercero en las barreras de coral. Todo ello será posible cuando se utilice de verdad la tecnología para que el aprendizaje se entreteja de pasión. La inteligencia artificial se nutrirá de datos de millones de estudiantes y ayudará a los niños a aprender de forma más eficiente y con los métodos que mejor les cuadren. Como hay dos tipos de escalas de aprendizaje (una, los millones de estudiantes que necesitan recibir una educación de calidad, pero otra escala que existe sólo en la mente de cada niño) la individualidad sólo puede florecer cuando la vastedad del aprendizaje está a disposición de todos y cada uno de los niños, a su elección.
La inteligencia artificial se nutrirá de datos de millones de estudiantes y ayudará a los niños a aprender de forma más eficiente
El futuro del aprendizaje
Si logramos llegar a esto, la escuela del futuro será muy distinta y mucho más fascinante e interesante que las escuelas de hoy. Los estudiantes pasarán una parte importante de su tiempo, creo yo, interactuando con aparatos inteligentes que les ayudarán a aprender de forma individualizada, a su ritmo y a su estilo. Pero esto no significa que haya menos interacción personal.
En el tiempo restante, los niños interactuarán con otros niños guiados por un adulto. Este “profesor” sería muy distinto de los profesores de hoy, sería un experto en identificar y sacar el potencial a relucir. En esta sesión, los niños se contarían unos a otros, emocionados, lo que hubiesen aprendido. El adulto les presentará a expertos que también estarían apasionados ante la perspectiva de conocer a niños inteligentes con interés y talento en su misma especialidad. Los niños aprenderían aptitudes sociales, como dar y recibir comentarios y encajar el fracaso y trabajar en equipo: aptitudes críticas para las que las escuelas de hoy a menudo no tienen tiempo.
Si podemos aportar el trabajo, arduo, que necesitamos hoy, la promeso de una educación plena que ayude a cada persona a contribuir a la sociedad y a ocupar su puesto será una realidad.


Igualdad de oportunidades



Seamos claros: nunca habrá, realmente, igualdad de oportunidades. A nadie se le escapa que la gente de “buena” posición, de “buena” familia tendrá siempre muchas más oportunidades para casi todo. (Entrecomillo ese “buena” para que no olvidemos que no hace referencia a una familia amorosa o equilibrada, a una familia que sea modelo de comportamiento bondadoso, justo y compasivo, sino simplemente a un entorno familiar con pasta, contactos, eso que hasta hace nada se llamaba “clase”). Aunque sean unos zopencos, podrán ir a los mejores colegios o universidades de pago, contarán con lecciones particulares de apoyo y veranos para practicar inglés, con amigos y conocidos influyentes, con una dentadura excelente y una eficaz confianza en sí mismos —aunque se equivoquen y la pifien, es tan amplia su red de seguridad…—
Y, sin embargo, la igualdad de oportunidades es uno de nuestros ideales más queridos y reivindicados. Sin él no se entendería el Estado social, el Estado de bienestar, el intento de materializar los derechos sociales y económicos de los ciudadanos. Es claro que tal Estado no pretende rebajar drásticamente los privilegios de los ricos, sino redistribuir los bienes básicos para que todos puedan tener acceso a lo fundamental: seguridad social, sanidad y educación de calidad. Lo básico para poder desarrollar una vida digna y para poder competir en el mercado laboral. A diferencia del ideario comunista, no se aboga por una igualdad de resultados, sino de oportunidades, una aproximación que haría posible una —sin duda, más que imperfecta— meritocracia. Si uno tiene una mínima perspectiva histórica, no deja de sorprenderle lo novedoso de tal ideal. Miles de años sin soñarlo siquiera. Apenas doscientos años desde que se empezó a formular; no mucho más de cincuenta desde que se pudo concretar, mejor o peor, en los países europeos.
Este martes, 22 de mayo, ha sido la primera vez que ha habido una huelga conjunta de toda la educación pública española, desde la primaria hasta la universitaria, apoyada por todos los sindicatos mayoritarios y por casi toda la comunidad educativa. Euskadi —junto a otras dos comunidades— ha sido la excepción: al fin y al cabo, aquí somos afortunados y todavía podemos hacer de dique de contención a muchos de esos tijeretazos (que no a todos). Pero la situación general es dramática: en los últimos dos años, 6.300 millones de euros menos invertidos en educación, del 4,9% del PIB al 3,9%, con todo lo que ello supone. Para empezar, más alumnos por clase, menos profesores y menos recursos para los alumnos que necesiten ayudas extra (inmigrantes, jóvenes con deficiencias de atención...), menos becas en general y matriculas universitarias más caras. El progreso (y ser “progresista”) parecía centrarse en gran parte en ir aumentando y mejorando esa soñada “igualdad de oportunidades”. ¿Qué queda, qué quedará ahora de todo ello?


Los rectores rechazan el endurecimiento de los requisitos para obtener becas

Los responsables de las universidades y Educación retoman el diálogo tras el plantón a Wert

Se retrasa dos cursos el examen oral de lengua extranjera en Selectividad




Hoy sí. Los rectores de las universidades españolas y el Ministerio de Educación se han reunido y han escenificado en una conferencia de prensa conjunta el reinicio del diálogo, roto la semana pasada tras el plantón que los responsables de los campus dieron al ministro de Educación, José Ignacio Wert, por negarse a discutir los recortes decretados en los campus. La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, ha presidido en ausencia de Wert -tenía Consejo de Ministros- una cita en la que se ha acordado tratar las medidas de ahorro en un Consejo de Universidades extraordinario que se celebrará el 7 de junio.
El orden del día del encuentro de hoy ha sido el mismo que el de la reunión de la semana pasada que no tuvo lugar por incomparecencia de los rectores, esto es, se ha hablado, entre otras cosas, del nuevo de decreto de becas, que endurece las condiciones académicas para obtenerlas y mantenerlas. Los rectores han informado al respecto negativamente, cosa que el ministerio tendrá en cuenta, según Gomendio. La norma establece que para conseguir una beca general habrá que tener, como mínimo, una nota media de 5,5, y de 6 para obtener las becas salario, las más cuantiosas para las familias con menos recursos. Para mantener después la beca, los alumnos deberán aprobar el 90% de las asignaturas matriculadas para las generales y el 100% para las becas-salario. Eso para todas las carreras menos para Arquitectura y las ingenierías, en las que se necesita un 65% para ayudas generales y un 85% para las más cuantiosas.
La presidenta de la Conferencia de Rectores de las Universidades Española (CRUE), Adelaida de la Calle, que compareció junto a Gomendio, explicó los reparos de los responsables de las universidades: endurecer la concesión de ayudas en el contexto actual puede ser un duro golpe para las familias. Además, insistió en que no creen que tenga sentido separar los requisitos para obtener beca general de beca-salario, pues la diferencia para obtener esa última ayuda no es de merecimiento, sino porque son familias más pobres.
Gomendio, por su parte, defendió que hay que pedir a los estudiantes un esfuerzo equivalente al que hace la sociedad al mantener el presupuesto este año para las becas generales a pesar de la situación de crisis. Aunque también deslizó la idea de que, si no se endurecieran los criterios, ese dinero no llegaría para cubrir todas becas. "Para poder asegurar que todos los estudiantes que estén por debajo de un umbral de renta, que no se modifica, puedan acceder a los estudios universitarios, lo único que hemos hecho es aumentar a un 5,5 el nivel de exigencia del rendimiento académico. Y así garantizamos que todos los estudiantes que estén por encima del 5,5 puedan acceder a los estudios universitarios con el mantenimiento de esta partida presupuestaria", dijo. La cuestión es que, por la situación de crisis, es más que previsible que haya más estudiantes por debajo del umbral de renta que le confiere derecho a beca, con lo que, con el mismo dinero del año pasado, no llegaría para todos, teniendo en cuenta, además, que los presupuestos iniciales para ayudas se suelen quedar cortos y la administración los ha de completar con partidas extra, pues la beca es un derecho de todo el que cumpla los requisitos fijados.

Por otro lado, los rectores sí respaldaron el retraso de la prueba oral de idioma extranjero en Selectividad, que tenía que entrar en vigor este año, hasta dentro de dos cursos, porque las universidades no están preparadas todavía para llevarla a cabo. Dada la complejidad de esa prueba, dijo la presidenta de Conferencia de Rectores de la Universidades Española (CRUE), Adelaida de la Calle, los responsables universitarios han lanzado la idea de que sean los propios institutos los que la realicen. 

Decreto de ajuste

El decreto ley aprobado por el Gobierno el pasado abril pretende que las comunidades recorten 3.000 millones en educación el próximo curso y afecta de lleno a la Universidad: se permite aumentar el precio de las matrículas universitarias hasta 660 euros (ahora cuestan una media de 1.000), y más para los repetidores, se aumenta la carga lectiva de los profesores que no acrediten calidad investigadora, entre otras.
Los rectores querían abordar los recortes (asistirían al encuentro ordinario si Wert se comprometía públicamente a celebrar la otra reunión). Tras ser rechazada su petición, los responsables de los campus decidieron el pasado miércoles dar plantón al ministro “por la falta de respeto a la comunidad universitaria” que suponía no atender a sus peticiones, según el comunicado aprobado por unanimidad por la CRUE que reúne a 75 de los 79 campus españoles (en la reunión en la que se aprobó el plantón estaban presentes más de 60).
Así, tras semanas de tensión, y un día de tiras y aflojas, se escenificó la ruptura entre rectores (que llegaron a pedir reunirse directamente con el presidente, Mariano Rajoy) y el ministro Wert. El día siguiente continuaron las acusaciones cruzadas de irresponsabilidad y de falta de respeto hasta que Gomendio, ya a última hora, anunció que el ministerio accedía a la demanda de los rectores: se celebraría la reunión extraordinaria (la de hoy) y después el encuentro monográfico sobre los recortes.
Los rectores tenían mucho interés por tratar este tema (habían lanzado un comunicado a primeros de mayor en el que se quejaban de no haber sido ni siquiera informados de las medidas del decreto ley y pedían una reunión urgente para estudiar la norma), entre otras cosas, aseguran, porque tiene fallos técnicos. Por ejemplo, porque se utiliza para hablar de las clases de los docentes una medida que incluye las horas de trabajo en su casa de los universitarios.

 /  /Madrid 1 JUN 2012 - El País

Los profesores de religión se libran del aumento de horario lectivo


Trabajan la mitad de horas que el resto de docentes de los centros públicos


A los maestros de religión no les afectan los recortes. La Iglesia los pone a salvo. Lejos de padecer el aumento del horario lectivo que afecta al resto del profesorado de los centros públicos (que pasan a impartir 25 horas semanales), estos docentes que acceden al empleo designados a dedo por el obispo de turno y no se someten al proceso selectivo de la Consellería de Educación, no solo imparten menos horas, sino que en algunos casos cobran más que ellos.
En la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) propuesta en la provincia de Lugo para los maestros de religión queda claro que, pese a que se les contrata a tiempo completo —esto es, por 37,30 horas semanales— imparten a lo sumo 13,30 horas. Esta es la jornada semanal que debe realizar, por ejemplo, el maestro de religión de Begonte.
Como el profesor designado por el obispado para este municipio lucense tiene que desplazarse a dos centros, le corresponde un número de horas de reducción de jornada por “itinerancia”, con lo que las clases que impartirá a lo largo de la semana se verán reducidas a las 13,30 horas mencionadas. Y se dan casos en los que estos docentes acuden —cumpliendo esa itinerancia— a un centro que cuenta ya con profesor de esa misma materia. Esta reducción de jornada atribuida en función de los kilómetros de desplazamiento que tenga que realizar el docente, está regulada por la Consellería de Educación.
Acceden al sistema público educativo elegidos a dedo por un obispo
En el currículum de primaria se establece que estos maestros deben impartir una o dos horas, diarias dependiendo del curso. Para los centros “incompletos” —en los que están unificados dos o más cursos—, se establece una hora y media diaria de religión o bien una hora una semanal y dos horas la siguiente, según consta en la orden de 9 de julio de 2007 publicada en el Diario Oficial de Galicia (DOG). En el caso de educación infantil las clases de religión ocupan a su titular siempre una hora diaria, como consta en la orden de la Consellería de Educación de 10 de julio de 2009.
El docente de A Fonsagrada, municipio con dos unidades de infantil y seis de primaria, tiene que esforzarse menos que el de Begonte. En este caso, el maestro de religión imparte dos horas de clase a la semana en infantil (una en cada unidad) y nueve más repartidas entre las seis aulas de primaria. En total, 11 horas semanales. Pese a la reducida jornada con respecto a la del resto de docentes de otras materias, sus sueldos (más de 24.000 euros anuales en secundaria) superan al de funcionarios.
Otras comunidades exigen declaración de competencia académica
Pero mientras los de religión disponen de una jornada llevadera, muchos maestros de otras asignaturas —que han accedido a su plaza mediante oposición— imparten sus clases en cursos de entre 20 y 25 alumnos (como consecuencia del aumento de la ratio estipulada por los recortes) a lo largo de 20 horas lectivas semanales. Y se dan situaciones curiosas, como el hecho de que un profesor de secundaria de religión destinado en cualquier instituto de Galicia gane más que un maestro con 18 años de servicio.
En la resolución publicada por la Consellería de Educación en el DOG del pasado febrero, queda claro que el requisito de los profesores de religión para acceder al sistema educativo público es el de haber sido “propuesto por la autoridad de la confesión religiosa para impartir esta enseñanza”. Sin el visto bueno del obispado, nadie puede impartir esta asignatura.
Pero mientras en otras comunidades españolas se exigen desde 2007 tanto la declaración eclesiástica de idoneidad como la de competencia académica de la administración pública para avalar la formación académica del profesor de religión, en Galicia el requisito se reduce a una sola cualificación: la opinión del obispo. Ni rastro de las condiciones de mérito, capacidad y publicidad a las que se someten el resto de profesores. Estas se sustituyen por el aval diocesano que garantiza la “recta doctrina” y el “testimonio de vida cristiana” del docente. Para la Xunta, ambos certificados avalan la formación académica del aspirante.
Los sindicatos alertan de que, aunque en otras asignaturas quedan puestos sin cubrir —no se sustituyen las bajas laborales de hasta 10 días—, Educación cubre, sin embargo, todas las de religión.

Horas libres por kilómetros

Un profesor de secundaria de religión destinado en cualquier instituto de Galicia tiene mayor salario que un maestro con 18 años de servicio. Lo rumian profesores y lo confirman los sindicatos. Aunque trabaje menos de la mitad de horas. Aunque no haya superado, mediante oposición, en mérito o capacidad a otros aspirantes a su plaza. Solo porque lo prefirió un obispo.
El acuerdo de las itinerancias —el cambio de kilómetros por horas libres— lo firmó en 2008 la entonces conselleira socialista Laura Sanchez Piñón para personal funcionario y laboral dependiente de la consellería. Establece que el desplazamiento de hasta 50 kilómetros se compensa con dos horas libres. Desde 51 kilómetros y hasta 100, con tres horas. Desde 101 a 150, con cuatro y a partir de ahí, se compensa con cinco.
El acuerdo también dice que los centros deberán confeccionar los horarios de forma que el profesorado itinerante, que debe aceptar voluntariamente esta condición, “realice los menores desprazamentos posibles en un mismo día y sin que tengan que atender, como norma general, más de tres centros diariamente”. Junto a ello, la norma de la consellería establece que los desplazamientos de los profesores deben de reducirse lo máximo posible y “evitar los innecesarios”, aspecto que no se da en algunos casos ya que se envía a profesores itíneres a centros en los que cuentan ya con maestro de religión.
El gabinete que preside Jesús Vázquez sostiene que el profesorado de religión “está sujeto a lo dispuesto en la LOE, tanto en lo referente a sus sueldos como a la forma en la que es contratado”.





 Santiago de Compostela 2 JUN 2012 

viernes, 1 de junio de 2012

Lleida abre una autovía a ninguna parte


Fomento estrena por sorpresa un tramo de siete kilómetros de la A-14, entre Alguaire y Almenar, sin continuidad ni al norte ni al sur | Los alcaldes de la zona atravesada por la vía se enteraron de la apertura por una nota de prensa
                              
 Fuente: La Vanguardia digital a partir del diario el Segre.  (Javier Ricou)

 Treinta y siete millones de euros para viajar... a ninguna parte. Es lo que ha costado la construcción del primer tramo de autovía (A-14), en la carretera que va de Lleida a Val d'Aran (N-230), estrenado por sorpresa este fin de semana. Son siete kilómetros de autovía que no ahorran tiempo al viajero ni conducen a ningún sitio. Y, además, para circular por la nueva vía desdoblada hay que recorrer 2,4 kilómetros, desde la N-230, a la altura de Alguaire, y otros dos kilómetros, cuando acaba el tramo de autovía, para llegar a Almenar y volver a conectar con la carretera de Val d'Aran. El estreno de ese tramo de autovía, que llega con un año de retraso según las previsiones del Ministerio de Fomento, ha sorprendido incluso a los alcaldes de los municipios atravesados por la nueva carretera, que no fueron informados de la apertura. Conocieron la noticia el sábado, cuando el Ministerio de Fomento lo anunció en un comunicado remitido a la Subdelegación del Gobierno en Lleida, del estreno de los 7 kilómetros de autovía.
La puesta en marcha de este tramo pone en evidencia, afirman habitantes de esos pueblos del Segrià, la falta de criterio de Fomento a la hora de planificar esta obra. Lo lógico habría sido empezar los trabajos con una conexión desde la autovía de Lleida-Barcelona, a la salida de la primera ciudad, y avanzar en dirección norte. Eso sí que habría ahorrado tiempo y riesgos a los conductores. Pero los responsables del anterior Gobierno optaron por iniciar las obras entre Rosselló y Almenar, lo que ha provocado ahora que el tramo estrenado no tenga continuidad ni en dirección a Vielha, ni en sentido a Lleida.
Y lo que más preocupa ahora a los alcaldes de Alguaire, Almenar, Rosselló y Alfarràs (que son los municipios que tiene que atravesar la A-14 hasta entrar en la comunidad vecina de Aragón) es que no hay calendario de ejecución de las obras de prolongación de ese tramo de autovía, ni por el norte ni por el sur.

Así que esos siete kilómetros estrenados este fin de semana van a tener muy poco tráfico, una vez pasen estas primeras horas en las que ese tramo se ha convertido en una atracción para los habitantes de la zona.

La N-230 soporta un tráfico de seis mil vehículos diarios, la mayoría camiones que llevan y traen mercancía de Francia. La construcción de la A-14 (entre Lleida y la población oscense de Soperia) es una obra largamente reclamada, tanto desde Catalunya como desde Aragón.
El malestar entre los alcaldes y vecinos de estos pueblos del Segrià por lo que consideran una "nefasta" planificación del Ministerio de Fomento con esta obra, ha subido un par de grados tras el estreno por sorpresa del tramo entre Alguaire y Almenar, al comprobar que el Gobierno ni tan siquiera ha podido abrir todo el trayecto anunciado en sus previsiones, en las que esa vía llegaba hasta Rosselló. Los tres kilómetros que conectan esta última localidad con Alguaire seguían ayer cerrados al no haberse finalizado aún las obras y al faltar una conexión con la N-230.

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Recortes extremos en educación y descontrol económico por otros ministerios…

Piden más de un millón de euros a dos universidades por usar copias de libros


La entidad que protege a los escritores desde 2005 exige una ‘tarifa plana’ para sus campus virtuales de 5 euros por alumno y año 

NOTICIA 2.         EDUARD CASTAÑO - Fuente: Diario de Tarragona, versión digital

Por si ya hubiera poca polémica con los derechos de autor de copias y descargas en cine y música (con anteriores enfrentamientos entre la SGAE y los internautas), ahora se ha sumado una nueva controversia en el tema de la propiedad intelectual en España y los derechos de autor.
CEDRO, la entidad de gestión que protege los derechos de los escritores y editoriales, lleva negociando desde hace siete años con diferentes universidades españolas (alrededor de unas 75) el cobro de una ‘tarifa plana’ por la reproducción parcial de las obras de sus representados en los diferentes campus virtuales niversitarios.  Ello incluiría el cobro de 5 euros por alumno universitario por año.
Sin embargo, el hecho de no haber alcanzado ningún tipo de acuerdo puntual parece haber sido el detonante de dos demandas contras universidades españolas: la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y la Universidad Carlos III de Madrid. Pero se trata sólo de la primera de una serie de medidas contra estas instituciones, en la mayoría de casos de carácter público.
Hace unos días, un juzgado de lo mercantil de Barcelona admitía a trámite la demanda de CEDRO, presentada contra la UAB por el uso presuntamente indebido de fotocopias parciales de libros y copias y artículos colgados en su campus virtual. La entidad gestora de derechos le exige a la Universitat Autònoma, por daños y perjuicios, 1.087.000 euros , cinco veces el coste de un posible acuerdo al que la propia universidad se ha negado.
Las universidades lamentan  «profundamente» que la entidad «utilice tanto las demandas judiciales como su filtrado a los medios de comunicación como medida de presión para ‘sentarse a negociar’ como ha declarado en algunos medios». Por otra parte, la CRUE asegura que las universidades españolas pagan más de 130 millones de euros anuales en concepto de recursos electrónicos.
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